surfeando el flujo coherente
descubre quién realmente eres y recupera tu conexión con la abundancia
activa tu potencial de crear la realidad que anhela tu coherencia interior
Coherencia es la relación, conexión o unión de unas cosas con otras, aquello que conecta o mantiene unidas las partes de un todo.
El universo, la naturaleza, la sociedad y también nuestro cuerpo son mecanismos diseñados para ser coherentes. Cada pieza en estos mecanismos tiene su función, su razón de existencia, y no debe faltar. Cuando alguna pieza, con lo diminuta que sea, no funciona bien por qué no haberla mantenida o haberle exigido cumplir una función que no le corresponde se gasta, se bloquea o se rompe. Esto afecta al funcionamiento de todo el mecanismo.
En nuestro cuerpo notamos esta incoherencia cuando gastamos energía en vez de generarla (motivación, pasión). Sentimos cansancio, frustración. Gastamos energía dando vuelta a nuestros pensamientos en vez de descansar, activamos emociones de ataque, defensa o huida. En nuestro entorno directo encontramos conflictos, en la sociedad notamos tendencias de separación en vez de conectarnos.
Cada ser, cada persona tiene su propia coherencia interior, un mecanismo con un funcionamiento optimo.Nuestros patrones y mandatos del subconsciente pueden ser (parcialmente) incoherentes y por eso obsoletos. Los debemos cambiar y eso es solamente posible si tomamos consciencia de lo que seríamos en nuestra coherencia y entender el funcionamiento inconsciente de nuestra programación. Nos proponemos un proceso de tamizar y clasificar. Soltar lo obsoleto e incoherente y hacer espacio para lo coherente. Debemos encontrar nuestro ‘norte’ propio, el faro que nos orienta en el camino hacia nuestra coherencia, y luego nos dedicamos a liberarnos de una limitación tras otra que encontramos en nuestra programación. Esto nos permite generar caminos más cortos hacia la coherencia que queremos manifestar en nuestra realidad o, con otras palabras, hacia la conexión consciente con la abundancia.
El flujo coherente es un estado que nos permite
Se llama ‘flujo’ ya que una vez que entras dejas de percibir la vida como una lucha continua, una realidad llena de conflictos y exigencias. Puedes soltar ciertas cosas que antes te parecían importante. Cambias el enfoque hacia la abundancia y te das cuenta de que eres director de tu propia vida y manejas la revelación de una vida más satisfactoria desde otro punto de vista.
Empiezas a fluir como en una balsa por un río. Observas el paisaje, que te pasa de largo y paras cuando te gusta cuando ves algo interesante para sumergirte una y otra vez en la experiencia de la vida. Y cada vez que encuentras drama, sales sin interactuar para seguir tu viaje. Sabes que finalmente el río te lleva hacia el mar y puedes descansar en la confianza de que el universo te lleva.
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